“…se les dé esplendor en lugar de ceniza… manto de alegría en lugar del espíritu angustiado”
Isaías 61:3b
¿Cómo sobrevivir a una crisis?
Estar vivo es conocer la crisis.
Nadie está exento de ello.
En algún lugar, en algún momento, todos nos enfrentamos a ella.
Es como la explosión de una bomba, que hace añicos tu vida para después tener que recogerla a pedazos.
Puede ser el divorcio, la muerte, la traición, o la ruina económica.
Por mala que sea, una crisis no sólo puede ser superada,
¡sino que nos puede ayudar a crecer!
Los chinos tienen un símbolo interesante para la palabra
‘crisis’;
indica tanto
‘peligro’
como
‘oportunidad’.
Se dieron cuenta que cuando el riesgo es alto y el resultado dudoso, un propósito puede emerger del dolor, como
“…esplendor en lugar de ceniza”
Isaías 61:3b.
Nuevos sueños, nuevas relaciones, nuevas actitudes ante la vida se te pueden abrir como resultado de tu experiencia.
¡Pero la auténtica sanidad no puede empezar hasta que aprendas a expresar tu dolor!
En una crisis , tus emociones están dentro de “un torbellino”.
Se experimenta dolor, negación, rabia, depresión, ansiedad, culpa… todo ello en grandes dosis.
Y si no te enfrentas a ellas, se prolongan y drenan tu vida.
Por eso, no tengas miedo de ir a Dios, y pasa tiempo exponiéndoselo todo a Él.
David lo hizo.
Escucha: “¿Hasta cuándo tendré conflictos en mi alma, con angustias en mi corazón cada día?” Salmo 13:2.
David no intentó pasar su tiempo de oración “haciendo teatro”; clamó con total sinceridad.
Adelante, desahógate, y dile a Dios como te sientes.
Después, observa cómo Él te da “…esplendor en lugar de ceniza… manto de alegría en lugar del espíritu angustiado”
Isaías 61:3b.
En el nombre de Jesucristo, Amén.